martes, 26 de mayo de 2015

La media vuelta




                             I miss the taste of a sweeter life

No importa qué tan lejos uno haya llegado o qué tanto se haya avanzado en el camino, siempre es válido volver por aquellos sueños que no se cumplieron.

Retomar aquellos planes que por miedo nunca iniciamos o los que dejamos inconclusos por ocuparnos de otros que en su momento (creímos) fueron más importantes.

No hay que tenerle miedo a la 'media vuelta’. Porque regresar no siempre es volver a comenzar, sino subir un peldaño más en nuestro camino a la felicidad.


C.M.


martes, 21 de octubre de 2014

Gracias... todo estará bien


La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.



Puede que nuestros caminos hayan tomado rumbos distintos, que nos encontremos a kilómetros de distancia, que hayamos dejado de hablarnos y que cada uno esté en lo suyo. Pero cuando más he necesitado de alguien en estos días, la única persona que se me vino a la mente eras tú, y es que te elegiría a ti en momentos como este porque sé que no me fallarás como amigo, porque conoces parte de mi historia y tendrás las palabras precisas para apaciguar mi alma. 

Gracias por los años de amistad, de cariño y de estar al pendiente mío de una u otra forma, son cosas que valoro mucho. Ojalá la vida decida juntarnos otra vez para poder darte un fuerte abrazo, sí… de esos que parecen interminables.

Cuenta conmigo tanto en los buenos y malos momentos, siempre encontrarás en mí a una amiga que te apoyará… porque a pesar de todo siempre me importará tu felicidad, estés donde estés.  


jueves, 28 de agosto de 2014

Ilusa




Esta vez me quiero desahogar, prometo que se me pasará... 

Ilusa eres al pensar que siempre las cosas saldrán como quieres.
Ilusa eres al creer que no volverán a lastimarte.
Ilusa eres al creer que esta vez será diferente.
Ilusa eres por querer volver a sentir.
Ilusa eres por crear una historia que no existe.
Ilusa eres por siempre sentir más que los otros.
Ilusa eres por querer darlo todo.
Ilusa por creer que sentirían tus lágrimas y ese quiebre que te robó tu sonrisa.
Ilusa por pensar que al callar las cosas caerían por su propio peso.
Ilusa por creer que veías el amanecer cuando solo era el espejismo del ocaso.

Nuevamente querer decir mucho pero no saber cómo… nuevamente sentirse a la deriva por equivocaciones…  nuevamente refugiarse en ese caparazón en el que intentas esconderte para no sentir lo que pasa afuera de el.

Y es así como tú misma te arrebatas aquella sonrisa que solía gustarle...

viernes, 22 de agosto de 2014

Querer decir mucho pero no saber en qué momento...

Es que no quiero pasar por tu vida como las modas...


Y mientras ella se cepillaba el cabello mirando al espejo, empezó a escuchar a través de el a otra persona hablar, se sorprendió tanto que solo atinó a escuchar con atención lo que decía la otra voz...

"Reprimir sentimientos, pensamientos solo por no fastidiar a los demás… a veces llegas a un punto en que no sabes si todo lo que saldrá de tu boca será para bien o para mal, si acercarás a esa persona o tan solo la ahuyentarás de tu lado. Si tan solo pudiera ser valiente y decirle cómo me siento en verdad, si tan solo dejara de existir todo lo que nos aleja, si tan solo tuviera la certeza de que todo será recíproco. 

He vuelto llegar a ese punto en que me importa demasiado alguien pero trato de esconderme en la faceta de amiga buena onda, ¡no maldita sea!, no quiero ser solo tu amiga, cómo te explico que te quiero, que me importas, que te quiero tener junto a mí… pero luego recuerdo los sueños y metas que tienes… y nuevamente regreso a lo mismo, a dejar ir a los que quiero por su bien porque me importa más que logren sus metas y sueños, y dejar de lado mis afectos.

Si por tan solo una maldita vez alguien dejara algo por mí… si tan solo alguien tuviera el valor de hacer algo especial… ¿por qué solo a mí se me pasa por la cabeza en dejar por un momento todo e ir a buscarlo? Si tan solo pudiera decirle a los ojos que aunque no sea una de esas tantas chicas lindas que él conoce,  pues creo que si he sido una de las que más le ha querido en todos estos años. Que me gustaría ir de la mano con él en todos esos grandiosos planes que tiene para su vida y así poder crecer juntos, pero luego reacciono y sé que él tiene que hacer eso solo… que su vida es así.

La mía solo es la de espectadora, la de buena amiga, la que siempre escucha y está para él… y aunque sé que él me quiere mucho… a veces quisiera que me quiera un poquito más… pero la vida es así… cada uno en su momento tuvo su oportunidad… yo perdí la mía con él, hasta siento que muchas veces lo lastimé, pero bueno esa ya es otra historia…"  

Un pequeño lamento se escuchó detrás del espejo, la chica que cepillaba su cabello tenía ganas de abrazar a la otra pero no podía, así que le dio un consejo...

“Algún día encontrarás a alguien a la medida. Que se olvide de tu pasado, de tus fracasos, que no le importe lo que fuiste, lo que hiciste, lo que algún día por malos actos tal vez perdiste. Alguien que te levante, que te perdone, que te cuide, que llore contigo y si es necesario te haga llorar, alguien que te entienda cuando ni siquiera tú lo haces. Alguien que al entrar en tu vida te hará saber porque no funcionó nada con alguien más, alguien a la medida”.

Y sin más la chica triste del espejo desapareció pero haciéndose escuchar por toda la habitación su voz con un cálido... "gracias". 

P.D. No te creas el protagonista de todas mis historias, ¡ya no!

viernes, 1 de agosto de 2014

Abrazando ausencias


Al igual que las flores de cerezo van cayendo, las personas se van separando 5 cm por segundo.


"Pero me fui acostumbrando a tu ausencia, y ya no eras más el tema exclusivo de mis versos, te fuiste convirtiendo en papeles y cartas viejas que se esfumaron junto con tus promesas de amor eterno. La última que recuerdo haber visto la consumió lentamente el fuego asistido por mi mirada de libertad". - VH

Voy a escribir lo que no me animo a decir
de mi soledad y de mi corazón.
Resulta difícil verte a los ojos
para decirte que ahora, ya no te quiero.
No es novedad que entre ambos la magia no existe
y si estamos juntos, estamos desiertos.

Estas líneas son las que pronto vas a leer.
Pero yo no voy a volverme un paso atrás,
porque hace tiempo sabemos esto.
Nos envolvimos en miedo, costumbre y recuerdos.
Al abrazar nuestros cuerpos a nadie tenemos,
te pasa lo mismo cuando haces silencio.

Abrazando ausencias...
Abrazando ausencias...

No podremos ser enemigos
ni amigos que
tienen en común la disputa
o un ideal.
No nos queda nada entre nosotros.
Hasta me animo a decirte
quizás aún me quieras...
pero no vale la pena.
La lucha se acaba
cuando simplemente,
no vale la pena.

Abrazando ausencias...
Abrazando ausencias…

Abrazando Ausencias - Enanitos Verdes

jueves, 27 de marzo de 2014

Hasta dónde te puede llevar una canción

Solo diré que el que no arriesga, no gana (siempre y cuando sepas que vale la pena arriesgarse). A veces puedes perder tu “gran” oportunidad de ser feliz por diversas circunstancias (unas más comprensibles que otras).  En realidad lo que cuenta es tomar un paso de fe y decidir qué es lo que realmente uno quiere hacer y tener en su vida, puesto que a veces la culpa que atormenta por no hacer nada es peor que el miedo mismo. 

Líneas abajo encontrarán una historia que calza perfecto con lo que estoy escribiendo ahora. No solo se trata de tomar decisiones sino también de cumplirlas. 

El amor no existe entre dos superficiales, sino entre dos valientes.

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No sé cómo llegué a esta discoteca del sur y menos a este concierto. Estaba parado entre rucas, patanes y fans enamorados. Mar de Copas, una vez más. Nuevamente con sus melodramáticas y repetidas baladas que te llevan de una alegría mesurada a la abulia absoluta. Sin embargo, una canción me paralizó por un instante.

Estaban tocando: 'Un Día Sin Sexo'. La estaba escuchando. Realmente escuchando. "Cuánto puede cargar tu vida sola. Cuánto dura una noche. Cuánto pesan dos vidas sin saber qué hacer. Si son distintas". El cigarro de mi mano se consumió hasta quemar mis dedos. Miré a mí alrededor y salí a empujones de esa discoteca.

Caminé apurado rumbo a mi auto. Comencé a tocar con desesperación el portón de la cochera. Salió el guardia y le entregué un billete arrugado de diez soles. Arranqué mi carro y aceleré con prisa hasta Lima. En la carretera seguía escuchando la canción en mi cabeza. "Hubo días en que tú diste tu brazo a torcer. Y te ahogaste en el mar de mis recuerdos. Sin saber nadar". Aceleré hasta llegar a los 170 kilómetros por hora.

Llegué a mi departamento. Entré a mi habitación y busqué una mochila. Metí la ropa que tenía a la mano y mi cepillo de dientes. Salí con prisa a tomar un taxi. Al aeropuerto por favor. Eran las cinco de la madrugada. Los vuelos salen entre las 7:30 y 8:30 de la mañana, en las tres aerolíneas que llegan hasta allá. Por los más de siete viajes que hice en los últimos dos años sé que siempre sobran pasajes, o al menos eso quería creer.

Llegué hasta el counter corriendo. ¿Tiene pasajes para venderme? , Buenos Días señor, déjeme ver. Sí queda un cupo pero sale en 20 minutos, va tener que correr. Primero caminé rápido, luego troté y después corrí despavorido. Pagué los impuestos, pasé Migraciones, luego Aduanas y cuando, estaban por cerrar la puerta 16 de la sala de embarque, llegué. Abrieron la puerta del avión. Estaba volando.

Cinco horas de vuelo escuchando la misma canción. "Y tan lejos de ti yo me hallé. Tan solo recordar a pasos de tu risa. Y frente a tu mirar. Y tan cerca de ti me encontré". Bajé corriendo las escalinatas del avión. Nuevamente Migraciones y Aduanas. Otra vez a correr por los pasillos del aeropuerto hasta encontrar un taxi.

Con la diferencia horaria eran ya las cuatro de la tarde. A la calle Costa Rica 455 por favor. Mi corazón se aceleraba a cada cuadra. Cada vez estaba más cerca. Las posibilidades se multiplicaban. ¿Estará en su casa? ¿Se habrá ido? ¿Qué le voy a decir? ¿Cómo va a reaccionar?

"Al preguntar si aún estaba vivo y encontré que eras mi vida". Bajé del auto y una vez más estaba frente a ese edificio de 25 pisos al que nunca pensé regresar. No recordaba el número del departamento. Era en el segundo piso, que para ellos siempre es el primero. ¡102! Toqué el timbre.

Respondió su hermana. ¿Si? ¿Está Maria? ¿De parte? De Diego. Un silencio eterno. Cinco, diez, quince segundos. María sacó la cabeza por la ventana de su cuarto. Yo corrí hasta estar justo debajo de ella. "No puedo vivir sin ti. Ahora lo sé. Si tenemos un problema hay que resolverlo juntos. Todos tus problemas son míos." Tantas veces lo había dicho en mi cabeza. Ella se puso a llorar y se fue de la ventana.

No me moví del lugar. Esperaba que ella volviera a salir. Me senté de cuclillas y me fumé un cigarro, hasta que sentí un abrazo. Era ella. Por fin ella. La apreté con fuerza. Quería meterme en su corazón. La besé con suavidad. Por fin estaba nuevamente junto a mí. El cigarro de mi mano se consumió hasta quemar mis dedos. Otra vez estaba en la discoteca con todas esas rucas, patanes y fans enamorados. Había acabado la canción y también mi sueño.

Tomado del blog Fe de Ratas de Diego Peralta


sábado, 28 de diciembre de 2013

La última...


Sin importar lo que vaya a ocurrir, por favor no te arrepientas de haberme conocido.


Querido príncipe sin corcel, aquí estamos otra vez… ya no hablemos de amor sino de realidades… la realidad es que no estás… y que por mucho tiempo no estuviste, solo fuiste una ilusión que quise crear. Gracias a ti aprendí lo rápido que es reemplazar y olvidar a alguien, gracias a ti supe lo que es el egoísmo… el que no te dejen avanzar, el querer tenerte a pesar de haber ganado algo ya, pero llegas a un punto en el que dices… “es suficiente”. En realidad ya me cansé de ti, de tus poses de “quiero algo contigo a futuro pero por ahora déjame disfrutar mi sitio de confort con otra persona y cuando logre lo que tenga que lograr nos volvemos a ver”.

No solo es eso… y tu muy bien sabes lo cobarde e inmaduro que fuiste, si de verdad supieras lo que es el amor entonces nunca lo hubieras dejado ir, hubieras luchado por el estando al pie del cañón pero bueno… no hay que pedir peras al olmo. En su momento te dije que tenía que cerrar círculos, que merecía una verdadera despedida para quitar ese resentimiento que tengo… pero ¿sabes qué? el esperar esa despedida significa esperarte a ti también, y es algo que no pienso volver a hacer, ya tuve suficiente drama. 

Te quise y te amé en su momento... pero ya no, los días y meses me demostraron que hay gente que verdaderamente sí vale la pena darle una oportunidad y conocerlos. Son esas personas que sin esperarlo hacen que tus días vuelvan a brillar y te hacen sentir especial de verdad. No niego que lo que tuvimos fue algo sincero, apasionado y real pero todo tiene un tiempo y espacio… y eso ya se acabó. Me demostraste que puedes ser querido y amado por alguien más y que eso te hace sentir bien, lleno y fortalecido para los nuevos retos que estás afrontando y espero que siga siendo así.

Esta será la última carta que recibirás de mí, no más… creo que ya dije suficiente… quiero que el próximo año sea distinto, en este caso que no haya ninguna sombra de ti, me basta con saber que eres feliz y estás bien. ¿Ya para qué ahondar en tu vida y tú en la mía? Algo aburrido ¿no?, no te preocupes de mis “excesos”, tanto ellos como yo estaremos bien y siendo almas libres… esa es la idea, disfrutar de la vida sin tener sombras del ayer al acecho, forjando mi propio destino sin esperar algo de ti o de los demás. Las ilusiones y promesas rotas con el tiempo se irán y lo único que quedará serán recuerdos… esos que ya yo veré si quiero conservarlos o no.

Gracias por todo lo enseñado, por todo lo vivido, por lo bueno, por lo malo, por las tristezas, las alegrías, las lágrimas, las risas, por esa distancia que me enseñó a querer y amar de verdad, por el tiempo de espera y los silencios, por el aprender a madurar y a equivocarme, gracias porque a pesar de todo siempre seguiste siendo aquel amigo que conocí en el colegio, así cambies tu forma de hablar, tu forma de vestir, nunca cambiarás a ese chico tímido que se sentaba en la parte de atrás con Christian y hablaban de animes, videojuegos y hacían dibujos extraños, ¿cómo olvidarlo?

En fin, así es la vida… seguro en algún momento nos volveremos a ver y esta vez será distinto. Cada uno habrá logrado sus objetivos y nos sentaremos a tomar algo y conversar… y ya está. Buena suerte, querido… sé feliz con quien tengas que serlo y nunca te olvides de dónde vienes y las metas que debes realizar.

Sinceras palabras de alguien que te amó... 
Y recuerda que... El amor no existe entre dos superficiales, sino entre dos valientes...!  ;)

Hasta pronto...